Mi experiencia con la henna




Horrible!

Yo creo que esto puede ser lo peor que he probado en el 2.013, no recuerdo nada más tedioso ni mas coñazo exceptuando una vez que me sacaron las mechas con gorro, (aquella peluquera era una sádica).

Y a nada más hacer la mezcla del polvo con agua caliente me repugnaba un poco, aunque esperaba que el aroma se fuera después cuando me lavara el pelo, pero no. Tras el primer lavado lo seguía percibiendo, tuve que repetir la operación tres veces con un champú mega siliconado para sacarme el tufillo que no sabría describiros... como a hierbas secas...habrá a quien no le moleste pero yo no lo soportaba.




Pero , ay, amigas, los problemas no se limitaron a una cuestión de pestilencia, lo peor es la consistencia: transcurridas las 3 horazas que debes dejarte la plasta en el pelo, ni aclarandolo con agua hirviendo ni con el acondicionador más denso que tengais a mano se va esto de la cabeza, no es tan fácil, no. Aún recuerdo grandes placas de henna adheridas a mi pelo que no había manera de disolver...

Estuve una hora debajo del agua para eliminarla toda. Al cabo de la cual había trocitos de barro hasta en las paredes y para desenrredarme el pelo estuve a punto de avisar a la vecina, de lo que me dolían los brazos de luchar contra este engendro del demonio mientras al mismo tiempo juraba en arameo.

Y si al menos el esfuerzo hubiera servido para algo... pero que va!


El efecto fué igual a cero, no noté nada especial ni cuando me lavé el pelo, ni después de dos horas, ni después de dos semanas. Mi cabello seguía con la misma textura y con el mismo brillo que tenía antes.

Porque a las dos semanas hice una segunda intentona, más que por el deseo de hacerlo, por acabar el paquete, sólo para acabar maldiciendo nuevamente a los indios, a Shiva, al barro infernal que se te pega a la cabeza, y a mi misma por tener ideas tan brillantes con lo tranquila que hubiera estado yo con las manitas en los bolsillos. Más de lo mismo: ningún efecto pero un pestazo a hierbajos que se quedaba hasta en la almohada y el baño guarreado como la vez anterior.

La culpa es mía por no informarme antes de hacer según que compras, hubiera bastado meterme en Google para evitarme semejante depravación...