Sephora - Nano Eyeliner





Pero que pena más grande me da despreciarlo!...

Una vez mas se trata de una adquisición que hice gracias a la tarjeta de Secretos de belleza y aunque su precio ronda los 5€ yo pagué 40 céntimos y me fuí del stand de Sephora dando brincos. Al probarlo en mi mano me quedé atónita por el color tan bonito de este lápiz, era justo lo que iba buscando, un ciruela, y al ver su nombre ( Plum en español significa exactamente eso) me pareció que ése era mi dia de suerte.


Desafortunadamente mis esperanzas (  se trata de un delineador de ojos, se supone que debe escribir en los párpados de las personas) pronto se convirtieron en pesadilla; la mina es dura y dificil de utilizar, he intentado calentarla con un mechero y solo he conseguido que se extienda de manera anárquica creando una especie de grumitos, vamos, una operación muy placentera, como podeis imaginar ( ironic mode on ). Se difumina fatal, ni con pincel ni con los dedos, no hay manera de dejarlo uniforme. Imposible utilizarlo como base ( me ha costado la vida trazar una linea a ras de pestaña, ya cubrir el párpado movil se acerca al milagro) y por si este defectillo no fuera suficiente, una vez que consigues maquillarte el ojos, con el calor se va al pliegue o a la ojera en caso de que lo apliquemos en las pestañas inferiores ( vivan los osos pandas).

A pesar de todo, adoro literalmente ese punto de púrpura tan especial ( últimamente estoy obsesionada con esos tonos, lo habeis notado?) y sus destellos rosados, pensaba que era el lápiz perfecto.


Así que me veo obligada a usarlo con mucha moderación, y especialmente en ocasiones en las que sepa que no voy a sudar o evitando los ambientes caldeados si no quiero parecer una zombie fiestera...

Os dejo una muestra de lo mejor que he conseguido sacar de él, para lo que he necesitado buenas herramientas y paciencia ... Quizás penseis que no está mal, pero si os fijais mejor, llevo una base negra debajo que es lo que SÍ se ve difuminado y encima el lápiz, que ha dejado algo de color aquí y allá. No se deja hacer! A partir de ahora podeis llamarme " domadora de minas duras".